08 diciembre 2005

Kioto: Los Grandes Emisores

Los grandes emisores
El éxito del Protocolo de Kioto sobre el cambio climático está en las manos de los países o regiones que más emiten gases con efecto invernadero. ¿Cuánto emiten? ¿Qué hacen al respecto? ¿Cuál es su participación en el Protocolo? Lean este artículo y saquen sus propias conclusiones. Analizen y piensen por favor la actitud de los EE.UU.
Estados Unidos
Estados Unidos, el país más rico del mundo, es el que más emite -y por un amplio margen- gases que contribuyen al efecto invernadero.
Cuando se firmó el Protocolo de Kioto en 1997, Washington se comprometió a reducir sus emisiones en un 6%. Pero poco después se retiró y hoy en día sus emisiones de dióxido de carbono han aumentado en un 15%, con respecto a los niveles de 1990.
Para que el protocolo entrara en vigor, debía ser ratificado por los países industrializados causantes del 55% de las emisiones de estos gases.
Sólo EE.UU. acumula el 36% de esas emisiones, lo que hizo que su participación en Kioto fuese vital para alcanzar la cifra requerida.
Pero en marzo de 2001, el presidente George W. Bush anunció que no ratificaría el protocolo.
Bush dio dos motivos para su decisión: perjudicaba la economía de su país, y no se exigía a las naciones en vías de desarrollo que redujeran sus emisiones.
Así que Bush optó por apoyar las reducciones de emisiones voluntarias -en vez de imponer metas- a través del desarrollo de tecnologías ecológicas.
Unión Europea
Todos los países miembros de la Unión Europea ratificaron el Protocolo de Kioto en mayo de 2002.
Como uno de los firmantes más entusiastas del Protocolo, la UE hizo presión para que Rusia, Japón y Canadá también lo ratificasen, a fin de que el pacto pudiera entrar en vigor.
El bloque europeo aboga por que se implanten medidas rigurosas para el cumplimiento del protocolo.
Por ejemplo, quiere que se limiten los "mecanismos de flexibilidad", que permitan a los países a cumplir con sus metas si pagan para que otros mejoren sus condiciones.
La UE también se ha opuesto al uso de bosques y otros medios naturales para absorber la polución.
No obstante, a pesar de su firme postura en Kioto, los países miembros están muy lejos de cumplir sus objetivos.
Se comprometieron a reducir en más de un 8% las emisiones de gas con efecto invernadero para 2008-2012, pero para 2002, sólo habían conseguido reducir un 2,9%.
Se cree que sólo cuatro países de la Unión Europea podrán cumplir sus objetivos para el final de la década.
China
China es el segundo más grande emisor de gases con efecto invernadero, pero por ser un país en desarrollo, todavía no se le ha exigido que reduzca sus emisiones.
Si se toma en cuenta que China tiene un quinto de la población mundial, cualquier aumento en la emisión de gases eclipsaría cualquier esfuerzo que hagan los países industrializados.
Un chino consume entre el 10 y 15% de la energía que consume un ciudadano estadounidense, pero con una economía que crece a toda velocidad, varios analistas esperan que para mediados de este siglo estas cifras se equiparen.
Los combustibles fósiles juegan un papel muy importante, ya que China es el mayor productor de carbón, por lo que el consumo de petróleo se ha duplicado en los últimos 20 años.
En 2004, el país ha tenido que enfrentar cortes de energía debido a un crecimiento galopante que sobrepasa la producción de electricidad.
El gobierno de China reconoció que el cambio climático podría devastar su sociedad y ratificó el Protocolo de Kioto en 2002.

Dos años más tarde, Pekín anunció que para el año 2010, utilizarían un 10% de energía proveniente de recursos renovables.
Rusia
Rusia ratificó el protocolo 2004, después de dos años de debates y negociaciones, lo que posibilitó que el 16 de febrero entre en vigor.
Cuando Rusia firmó el acuerdo en 1997, se comprometió a reducir las emisiones de gases.
Pero debido a que su economía ha caído drásticamente, las emisiones de gas bajaron un 35%, mucho más de lo que se había comprometido.

Es por eso que Moscú se vería beneficiado al vender su cupo de emisiones "no usadas" a los países en desarrollo que necesitan emitir más gases de lo que estipula Kioto.
Japón
Una de las más grandes potencias mundiales, Japón se considera el miembro líder de Kioto.
En 1990 era responsable del 8,5% de las emisiones de gases contaminantes y su apoyo al acuerdo es crítico ahora que EE.UU. no está.
En un momento, Tokio se rehusó a ratificar el protocolo si Washington no lo hacía también. Pero en 2002 decidió ratificarlo y se comprometió a reducir las emisiones en un 6% de los niveles tomados en 1990.
No obstante, en el mismo año en que reafirmó su compromiso, Japón había aumentado en un 11% las emisiones de gas que causan el efecto invernadero.

Este país reconoce que su economía podría verse beneficiada por el protocolo, debido a que las industrias japonesas captarían nuevos mercados gracias a sus tecnologías ecológicas.
India
Los países en desarrollo como India no están obligados a reducir sus emisiones.
El problema está en que a medida que aumentan sus niveles de vida, también aumentan las emisiones de gases contaminantes.
Aún cuando este país sólo ha publicado sus datos en 1994, se estima que las emisiones aumentaron más de un 50% en los años 90.
India reconoció que la mayoría de su población se verá afectada por los efectos del cambio climático y ratificó el protocolo en agosto de 2002.