03 enero 2007

Falta de Agua Limpia

Cerca de 50 millones de latinoamericanos no acceden al agua potable y los niños pagan caro falta de agua limpia
La diarrea, por falta de agua segura, mata a más niños en América Latina que la tuberculosis o el VIH, advierte la ONU. Millones de infantes, sobre todo indígenas y afrodescendientes, están en peligro.
En América Latina y el Caribe, un tercio de las muertes de niños se originan en diarreas. El problema podría revertirse con agua limpia y saneamiento adecuados, pero amplios sectores de la región, especialmente indígenas y afrodescendientes, no los tienen.
Aunque el 91% de la población ya accede a agua potable, 50 millones de personas siguen sin contar con ese servicio. En materia de saneamiento, la cobertura es de 77%, pero 103 millones aún no la tienen.
Tales carencias causan la mayoría de las enfermedades diarreicas, que hoy son la segunda causa de mortalidad infantil en la región, detrás de las infecciones respiratorias.
“Para los niños que no tienen agua y saneamiento el futuro es de muerte, pobreza y enfermedad, y probablemente los va a seguir por el resto de sus vidas”, señaló Liliana Carvajal, una de las redactoras del Informe sobre Desarrollo Humano 2006, desarrollado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El documento indica que “el agua limpia y el saneamiento se encuentran entre las medidas preventivas más poderosas para reducir la mortalidad infantil”.

Reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso a agua potable y saneamiento básico es uno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio pautados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para 2015.
América Latina y el Caribe avanzan bien hacia ese objetivo. Pero será sólo en números promedio, pues millones de personas seguirán sin acceso a esos servicios. “No se puede cantar victoria, pues hay casos particulares muy difíciles”, advirtió Carvajal.
“Ya no es ni ética ni políticamente aceptable usar promedios como indicadores del estado de cumplimiento de los objetivos del milenio, pues ocultan realidades muy difíciles”, dijo Nils Katsberg, director para América Latina y el Caribe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef),
Es un hecho que quienes viven en el campo y son indígenas o afrodescendientes -condiciones en las que están unos 200 millones de los cerca de 523 millones de habitantes de la región- enfrentarán serias dificultades para alcanzar los niveles de desarrollo previstos, declaró Katsberg. “Falta mucho por hacer, especialmente con los niños”, añadió.
Un tercio de quienes viven en zonas rurales de América Latina no cuenta con fuentes seguras de agua potable y más de la mitad no usa instalaciones adecuadas de saneamiento, precisan estudios de esa agencia.
En Bolivia, 95% de la población urbana usa fuentes seguras de agua potable, pero en el campo apenas 68%. En saneamiento, la relación es de 58 y 23%, respectivamente, según el PNUD. Allí, sólo 54% de los menores de cinco años que sufren diarrea reciben terapia de rehidratación oral. En Brasil, con mayor cobertura sanitaria (75%) y de agua potable (90%), ese tratamiento llega apenas a 28% de los niños.
La situación de Haití es inversa. Allí 54% de la población dispone de agua potable y apenas 30% de saneamiento, mientras 41% de las niñas y niños menores de cinco años con diarrea reciben rehidratación.
“Un niño que nace sin agua y saneamiento va a tener constantes casos de diarrea que afectarán su sistema inmunológico. Tendrá anemia y eso lo alejará de la escuela y lo llevará a aprender menos”, aseguró Carvajal. Así, “entrará en un círculo de pobreza que lo seguirá por el resto de su vida”, agregó.
El Informe que el PNUD enfatiza que invertir en agua y saneamiento salvaría millones de vidas, pero además sería de gran utilidad económica.
El acceso universal a servicios de agua y a saneamiento reduciría la carga financiera de los sistemas de salud en los países en desarrollo en unos mil 600 millones de dólares anuales.
América Latina y el Caribe “tienen que hacer un esfuerzo mayor por todo lo que es agua y saneamiento en los sectores rurales, y poner pronto punto final a la discriminación contra los indígenas y los afrodescendientes en el acceso a esos servicios.
fuente diario La Nación de Chile