16 julio 2006

Santiago, el Peor Aire de América


Santiago de Chile se ha convertido en la capital con peor calidad del aire en Latinoamérica, según un estudio de la Organización Panamericana de la Salud.
Durante este mes se ha vuelto cada vez más frecuente que cinco millones de santiaguinos se desplacen bajo una gigantesca nube de smog que ha obligado, en días pasados, a decretar medidas de alerta ambiental e incluso una jornada de pre-emergencia.
La pre-emergencia establece la paralización de 600 industrias y empresas con procesos contaminantes e impone la restricción en sus desplazamientos a 320.000 vehículos de todo tipo.
Paralelamente, la Intendencia Metropolitana convocó a un grupo de expertos para que, actuando como asesores, propongan medidas para combatir mejor la contaminación.
Las malas condiciones de ventilación que presenta la cuenca de Santiago durante el otoño suelen agravar el problema.
Hay veces en que es imposible divisar la Cordillera de los Andes. Es entonces cuando el aire que se respira en la calle se vuelve peligroso para la salud.
El doctor Andrei Tchernitchin, presidente del departamento de Salud y Medio Ambiente del regional Santiago del Colegio Médico de Chile, declaró a la BBC que los indicadores que utilizan las autoridades para medir la contaminación por partículas no son los más adecuados y que "la normal (actual) es muy permisiva".
El especialista también cree que, en vez de informar periódicamente sobre los valores promedio de las últimas 24 horas, como se hace actualmente, las autoridades deberían entregar hora a hora los datos sobre la contaminación.
De esa manera, plantea, la población tendría tiempo para reaccionar y salir menos a la calle o hacer menos ejercicio.
"Si uno respira poco, el daño es menor", dice el experto. Y agrega: "Como la masa de aire (contaminado) va de un lugar a otro, se desplaza a distintas horas, es necesario que la población sepa a qué hora pasa el peak de contaminación para respirar menos. Es muy simple: es estar en reposo relativo (...) sin hacer ninguna actividad importante".
Las autoridades, en sus portales de internet, reconocen que "diariamente respiramos grandes cantidades de sustancias peligrosamente dañinas para la salud".
Pero, agregan, es responsabilidad de cada uno contribuir para que las medidas tomadas por el gobierno produzcan los efectos esperados.
El director de la Comisión Nacional de Medio Ambiente de la Región Metropolitana, Pablo Badenier, reconoció a la prensa que hay problemas pendientes.
Por ejemplo, la tasa de pavimentación en la capital es de 19 kilómetros por año, cifra todavía muy baja, y quedan 370 kilómetros de calles sin pavimentar. Esto también incide sobre la contaminación.
El doctor Andrei Tchernitchin manifestó a la BBC que existen estudios que indican que, en los días en que la calidad del aire es mala, la cifra de muertos en la capital, que suele ser de 50 personas diarias por distintas razones, aumenta en un 10%.
Ese porcentaje, según él, sí podría ser atribuible a la contaminación.
Los estudios, según el experto, han demostrado que "por las partículas, aumenta primero la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, o sea, infarto al miocardio".
Y en segundo lugar "están las enfermedades bronco-pulmonares, que son neumonías agudas, bronquitis, bronquitis crónica, a la larga, crisis obstructiva, crisis asmáticas, a veces mortales".
Ninguna otra enfermedad, de acuerdo con el especialista, "aumenta por las partículas, en forma precoz. Además las partículas tienen hidrocarburos policíclicos aromáticos. Y uno de sus componentes, el benzopireno, se ha demostrado que deprime la inmunidad".
Y ese, agrega, "podría ser el motivo por qué aparecen con mayor intensidad enfermedades virales o bacterianas. Todos se enferman de una forma más aguda, después de una crisis ambiental (...) Y aumenta la mortalidad por cáncer pulmonar".
Expertos como el doctor Andrei Tchernitchin proponen limitar el crecimiento de la ciudad, cuya expansión ha vuelto cada vez más largos los desplazamientos.